sábado, 28 de diciembre de 2013

Leyenda del zorro

I
…Rulfo no escribió más. Pero, a diferencia de Rimbaud y de Salinger, no se escapó a ningún lado; se limitó a refugiarse en el Estado mexicano (esta vez en el INI, el Instituto Nacional Indigenista, donde se pasó más de veinte años corrigiendo anónimamente los errores históricos y antropológicos de las publicaciones del instituto), así que padeció de cuerpo presente la maldita pregunta, desde que publicó sus dos libros (en 1953 y 1954) hasta que murió en 1986.
Miguel Briante convenció a los de Confirmado en el ’68 para que lo mandaran a México a entrevistarlo y después contaba que se sintió como Walsh en “Esa mujer”: el “dónde, coronel, dónde” con que Walsh exigía saber dónde estaba enterrada Evita, era el “cuándo, Juan, cuándo” de Briante exigiendo a Rulfo que publicara de una vez esa famosa novela (La cordillera) que llevaba diez años escribiendo.
Para protegerlo, porque era igual de chiquitito que Rulfo y casi igual de genial, Augusto Monterroso inventó la fábula del zorro aquel que escribió dos libros muy celebrados y pasaron los años y no publicaba otra cosa y todos comenzaron a murmurar y cuando lo encontraban en los cocteles se acercaban a decirle que tenía que publicar más.
¡Pero si ya he publicado dos libros!, decía con cansancio el zorro.
¡Y muy buenos!, le contestaban, ¡por eso tienes que publicar otro!
Y el zorro no decía nada, pero pensaba que en realidad lo que la gente quería era que publicara un libro malo.
Y, como el zorro era zorro, no lo hizo.

II
Los fantasmas de Rulfo
Por Augusto Monterroso
Juan Rulfo nace, al parecer, en Sayula, estado de Jalisco, al parecer en 1918, y entra en la literatura fantástica por un camino propio y singular. En México no hay hombres-lobo, ni seres reconstruidos en una mesa de operaciones, ni vampiros. Pero abundan los fantasmas que se pasean en los cementerios y en las calles de los pueblos perdidos por la miseria, o por la violencia de la Revolución de 1910. Y hay un fantasma que recorre la obra entera de Rulfo en forma de viento, polvo, desolación y tristeza. Si la atmósfera de la que hablan los retóricos es un elemento fundamental en las narraciones fantásticas, las atmósferas creadas por Rulfo son tales que en ocasiones bastan para producir más de un estremecimiento, querámoslo o no.
Curiosamente, cuando hice en México una especie de encuesta entre conocedores del género fantástico, varios de ellos opusieron fuerte resistencia a considerar fantástica esta literat
ura de Rulfo, sustentada en seres no venidos del más allá, sino en pobres almas no desprendidas aún del todo de su condición terrena, tumbas a medio cerrar e insinuaciones de muerte en cada página. Tal vez su argumento en contra se basara, una vez más, en que en México las cosas "son así". Y bueno, cada quien tiene los fantasmas que puede. En cuanto a los de Rulfo, difieren ciertamente de los norteamericanos o los europeos en que, en su humildad, no tratan de asustarnos sino tan sólo de que les ayudemos con alguna oración a encontrar el descanso eterno. Sobra decir que son fantasmas muy pobres, como el campo en que se mueven; muy católicos y, sobre todo, resignados de antemano a que no les demos ni siquiera eso. 
En pocas palabras, lo que ocurre con los fantasmas de Rulfo es que son fantasmas de verdad. ¿Significa eso que les neguemos también ese último derecho, el derecho de pertenecer al glorioso mundo de la literatura fantástica? Sucede asimismo que hace años se creyó equivocadamente que Rulfo era realista cuando en realidad era fantástico, y nuestra buena crítica estaba convencida de que lo fantástico sólo se hallaba en las vueltas de tuerca de Henry James o en los corazones reveladores de Edgar Allan Poe. Entonces se planteaba también la dicotomía campo-ciudad como el ámbito o los ámbitos posibles de la narrativa mexicana, y en algunos sectores había como la necesidad de escoger tajantemente la ciudad en oposición a los problemas del campo, demasiado usados ya: la ciudad o nada. Rulfo resistió heroicamente esa demanda absurda y, para bien, se dedicó a escribir lo suyo.

Tomado de La vaca, Alfaguara, México, 1998. 

lunes, 23 de diciembre de 2013

Renace nuestro Niño

Jackie Coogan
Acaba de pasar un solsticio más de los millones que ya han pasado y de los que restan por pasar. Solsticio ha sido traducido como “sol estático” pues parece que el sol llega a un punto donde parece que no se mueve. Esto visto desde los solsticios de verano tiene una emotividad ritual y desde los de invierno tiene otra.Todas muy interesantes.
La asociación del fuego y del oro al sol en la simbología y las mitologías es bastante común.
El fuego en los solsticios de invierno es usado como la chispa que ayuda a reavivar, a renacer el fuego de la hoguera del mundo. Ese sol nuevo es un niño, NUESTRO niño, nuestro recién nacido que merece una gran fiesta, nuestra gran fiesta!!!
A pesar que este movimiento de la tierra con respecto al sol desde que los humanos son humanos ha sido idéntico, sus interpretaciones no han sido tan semejantes. Todos tenemos la capacidad del habla, pero son muchas y diferentes las maneras de hablar, los idiomas son numerosos. Solo la ciencia se acerca a unificar criterios en su avance y progreso del conocimiento. Pero la ciencia como herramienta de conocimiento no ha sido tenida como depositaria del sentimiento y de la emoción. Científicamente podemos concebir el movimiento de la tierra pero eso no obliga ni deriva emoción alguna, es como cuando se descubre el truco del mago, el mismo acto pierde todo encanto. Es como si el fuego o sol interior del enigma y de la pasión que todos llevamos dentro de pronto se apagara y ya no hubiera motivos para alguna celebración.
¿Fuego, sol, interior? Así es. Nuestra relación directa con el sol es evidente y suficientemente tangible y muy marcada en las estaciones del año.
Nuestro sol interior lo percibimos desde la intensidad de nuestras pasiones y emociones mediante el gesto, gesto que nos comunica en su lenguaje los estados del alma y del espíritu de una persona o de un pueblo. Mimos, actores y bailarines son los maestros del gesto…

Cuánto nos dice un gesto retorcido, una contorsión caricaturizada, una ausencia de él, pero sobre todo qué sentimos con ellos y cuando los hacemos. Qué tan expresivos o inexpresivos somos es muestra de ese sol o fuego interior que a veces se aletarga o a veces erupciona, pero que también tiende a perecer a apagarse o a renacer.  En ese ritmo de desfallecimientos y renovaciones continuas se TRENZA en el universo y en esta tierra nuestra lucha por la afirmación de la plenitud de la vida, nuestra constante y permanente brega por la luz y el calor de nuestro sol, de nuestro niño interior que estará con nosotros hasta el último aliento.
Trenza de Navidad con galletas de almendras


Notas:
En este enlace hay fotogramas de John Leslie Coogan conocido en el cine como Jackie Coogan
http://www.divxclasico.com/foro/viewtopic.php?f=1054&t=65464

En este enlace se puede ver la escena más emotiva de la película The Kid de Charles Chaplin, nuestra lucha eterna por nuestro niño.



miércoles, 4 de diciembre de 2013

En mi espejo, tu corazón veo

El cerebro y el arte de la ficción

Por José Gordon.

A todos nos ha pasado que al leer un libro nos metemos de cabeza dentro de un mundo. Vivimos, respiramos y habitamos lugares desconocidos. Recreamos en nuestra mente la ficción, y los mecanismos de la empatía están completamente despiertos. La neurociencia nos dice que esto se debe a que nuestro cerebro posee una herramienta fascinante para ponernos en el lugar de otra persona. Se trata de las llamadas neuronas espejo, descubiertas en 1966 por el italiano Giacommo Rizzolatti en la Universidad de Parma. Este hallazgo lo hizo merecedor del Premio Príncipe de Asturias de Investigación Científica y Técnica de 2011, reconocimiento que también compartió con el mexicano Arturo Álvarez-Buylla y el estadounidense Joseph Altman.


En Leer la mente. El cerebro y el arte de la ficción, el escritor Jorge Volpi reflexiona sobre las implicaciones que tienen estos avances para entender cuál es la función neurofisiológica de la narrativa. ¿Por qué leemos libros y vemos películas tanto tiempo como el que soñamos? ¿Cómo se vincula con lo que vivimos? Volpi se interesa en estas cuestiones. Empieza el juego de espejos que supone una conversación. Volpi elabora un planteamiento donde la ciencia nos da más armas para hacer un elogio de la literatura y la lectura:


Jorge Volpi: Hay quien piensa que la ficción sólo sirve para entretenerse, que es una especie de juego, que es divertimento, pero la ficción está siempre relacionada con la realidad. Nuestro cerebro tiene la capacidad de detectar cuál es el origen de la información que tenemos: puede ser la realidad misma (lo que percibimos a través de los sentidos) o algo que consideramos ficción, pero una vez pasado ese estadio en el cerebro se confunden por completo. Mi imagen mental, el recuerdo de mi mejor amigo, en este momento es tan real o tan ficticio,  tan vívido o tan poco vívido como mi recuerdo de un personaje de la literatura, como mi recuerdo de Pedro Páramo. 

Ejercicios en el arte de ser humano


En tu obra propones que si eso ocurre es porque la lectura de un libro debe darnos alguna ventaja evolutiva. La mirada del otro, la lectura de otro tipo de mentes, te da la posibilidad de hacer simulacros para enfrentar al mundo, para entenderlo.


De entrada, todo el tiempo estamos completando el mundo. Es muy interesante darnos cuenta de lo que destacados investigadores han descubierto: las señales que van del cerebro a los órganos de la percepción, como en el caso de los ojos, son mucho más importantes que las que van de los ojos al cerebro. Eso significa que para el organismo es más valiosa la manera en que el cerebro ordena esa información que la información misma. Es decir, es más importante la recreación de la realidad que la realidad misma, y esto constituye un fenómeno esencial para la supervivencia.


Los seres humanos hemos desarrollado muy ampliamente la capacidad de predecir el futuro. Nuestro cerebro no está hecho para almacenar datos, no está hecho para tener una memoria de todo lo que hemos vivido. Sería inútil. Es por eso que olvidamos tan fácilmente. Aunque nos equivocamos constantemente, tratamos de prever lo que va a ocurrir todo el tiempo porque es lo único que puede garantizar nuestra conservación. En ese sentido, la narrativa (todas las ficciones, desde un videojuego hasta el cine), pero muy particularmente la literatura de ficción, las novelas, los cuentos y los relatos, son ejercicios en el arte de ser humano. Nos enseñan las distintas posibilidades de lo humano para saber cómo se comportan los otros en ciertas circunstancias y también cómo lo haríamos nosotros en el mismo escenario.


Desde esta perspectiva, la narrativa se propone como un mecanismo de nuestra evolución.

Exactamente. La narrativa y la ficción son, en términos generales, herramientas que forman parte del proceso de desarrollo evolutivo (en la forma darwiniana) del ser humano.

Esto nos plantea que cuando tenemos memoria literaria tenemos posibilidad de enfrentar los futuros de distintas maneras. Recuerdo una novela de Amos Oz en la que una mujer está ante una situación gris con su pareja. Tiene una gran incertidumbre sobre lo que va a suceder con su matrimonio. Al examinar sus opciones aparece la de tener un amante. Sin embargo, gracias a que tiene los mecanismos de la ficción como herramienta de su cerebro, no quiere repetir la historia de Madame Bovary. La lectura de la novela de Flaubert se vuelve un instrumento para tratar de enfrentar el futuro de maneras inéditas.


Las novelas nos colocan en escenarios de prueba posibles para ser vividos por nosotros, escenarios que podemos experimentar vicariamente, por un momento, a través de la ficción. Podemos también, en ese sentido evolutivo, comportarnos en consecuencia.



El laberinto de las neuronas espejo
En ese proceso no tan sólo nos inventamos y reinventamos sino que también participamos de una manera extraña en lo que parece estar fuera. Hay un pasaje memorable de tu libro que plantea lo siguiente: "Todo lo que soy y todo lo que percibo como el mundo: esta mesa, las nubes grisáceas en el cielo, mi propio brazo, el terso rostro de mi amada, todo se concentra en mis cien mil millones de neuronas".

Exactamente. Esto en cierto sentido es brutal. A muchos les cuesta asimilarlo pero esa es la realidad. Eso no quiere decir que la realidad fuera de nosotros no exista. Claro que existe y claro que seguramente tú estás ahí.

¡Espero! Nos reímos. Volpi desmenuza las paradojas de este conocimiento, se interna en el laberinto de las neuronas espejo:

Para mí no importa tanto que tú estés ahí como que mis sentidos te aprehendan y yo forme una imagen mental tuya, que es la que en este momento estoy observando, la que creo que está frente a mi yo, con la que creo que estoy dialogando. Tú habitas dentro de mi cerebro en este momento, independientemente de que, quizá, también estés a un metro de distancia. Esto tiene otras consecuencias fascinantes: a todos los seres humanos los construimos así y eso hace que puedan habitarnos también cuando no los vemos. Tú, para mí, sigues existiendo incluso si me volteara, pero también (en el caso más triste o más terrible) alguien podría seguir existiendo aunque estuviese muerto. La única posibilidad de la vida después de la vida en la que yo creo, es la vida después de la vida que está en las neuronas de las personas que te conocieron.

Y que de alguna manera... Volpi lee mi mente con el mecanismo de las neuronas espejo. 

...te siguen dando vida.


Leer la mente y el juego de la ficción
Hablamos sobre las neuronas que tratan de leer lo que sucede en la otra persona. Volpi muestra abiertamente su asombro:

La maravilla de las neuronas espejo es que están diseñadas para copiar los movimientos de los otros como si fueran nuestros. La única manera de leer al otro es aprehender al otro y luego, interiormente, copiar esos mismos movimientos que está haciendo el otro para tratar de saber lo que nos quiere decir. Para muchos científicos este juego de imitación ha sido más importante en el desarrollo de la humanidad que la inteligencia. Aquí podemos ver un atisbo del origen de la ficción que nace esencialmente de un juego entre dos personas. El sustrato de la empatía, lo que llamamos empatía filosóficamente, es ponerse en el lugar del otro.


En la piel del otro.

Y es natural, lo hacemos todo el tiempo. Tal vez bloqueamos la empatía con prejuicios que nos hacen pensar que no podemos estar en el lugar del otro, pero si nos dejáramos llevar en realidad es muy fácil ponerse en el lugar del otro. Es lo que hacemos todo el tiempo frente a la ficción, frente a una película o una novela.

Por eso a veces es tan interesante ver un beso en la pantalla como girar y vernos como espectadores, ver lo que pasa en nuestros rostros cuando estamos viendo el beso en la pantalla.

Exactamente, dice Volpi. Es también como hacer de alguna manera. 

Ver es como hacer, le digo. Volpi sonríe. Calibra la expresión. Afina su pensamiento de novelista y ensayista que sondea la mente desde la literatura y la ciencia:

Tal vez sea mejor así: ver hacer es como hacer.

Tomado de la revista Muy Interesante.
Las fotos son tomadas de:

http://karapaia.livedoor.biz/archives/51367170.html

miércoles, 27 de noviembre de 2013

...origami III. Nos hemos soñado en mi

En este oficio he aprendido que hay personas que van hacia metas y objetivos, en otras se da lo contrario, las metas y los objetivos van hacia ellas, son pocas y muy raras, pero me ha tocado tratar con ellas. Patricia estaba dentro de estas últimas, esa era su principal diferencia, lo que definía su personalidad.
También he llegado a saber que tanto unos como otros llegan a donde nadie puede escapar, a los sueños. Pero sus sueños también son distintos.



El sueño del candidato era ser presidente y siendo presidente sería presidente para Patricia pero él ni siquiera lo sospechaba. Tampoco sospechaba que en sus sueños ya se había encontrado con ella.
De ello se dio cuenta una media tarde cuando aún no era presidente y Patricia había planeado que los dos quedarían completamente solos, entonces ella le dijo; Nos hemos soñado en mí.
Continuará… 

viernes, 22 de noviembre de 2013

...origami II. Apresar o herir a un dios.

Eros dijo a Psique: "Llora, sí. Yo desobedecí a mi madre Venus desposándote. Me ordenó que te venciera de amor por el más miserable de los hombres, y aquí me ves. No pude yo resistirme a tu hermosura. Y te amé... Que te amé, tú lo sabes. Ahora el castigo a tu traición será perderme". Y dicho esto se fue. Quedó Psique desolada y se dedicó a vagar por el mundo buscando recuperar, inútilmente, el favor de los dioses" ....


Es para mi futuro marido, dijo abriendo su mano izquierda para mostrar un enigmático brillante negro.
Era una mano virgen, suave y delicada.
Mario el diseñador preguntó si lo podía observar. La aún adolescente muchacha asintió con un sí despreocupado. El tomó la piedra con una pinza depositándola sobre el espejo de una bandeja de plata, acercó una lupa a su ojo derecho exclamando asombrado; ¡Fantástico! ¡Esta maravilla hará de cualquier joya que se le diseñe una obra de arte!
¿Qué ha pensado hacer con él?
Un anillo de compromiso que simbolice PODER; le respondió ella con soltura y seguridad.
¡Grandioso! dijo Mario. Ya me llegan varias ideas en muy distintas formas, gracias por pensar en nosotros para que este mensaje de las estrellas sea transmitido a los habitantes de este planeta.
Asteroides
Mario se refería a la teoría más aceptada sobre el origen de los diamantes negros, a diferencia de los transparentes formados en el fondo de la tierra, los negros son formaciones extraterrestres venidos del cielo en meteoros hace millones de años cuando Africa y América aún estaban unidas, por ello en la única parte donde se encuentran en forma natural es en la República Centro Africana y en regiones orientales del Brasil.

Habrían pasado dos años de este curioso evento, cuando en la fotografía de una revista de arte vi de nuevo al “Caballo Negro”, nombre que Patricia le dio al anillo. Sí, allí estaba, orgulloso y majestuoso en el dedo anular izquierdo del candidato, sentí emoción al ver la joya en la mano del futuro presidente, él sostenía un waterford lismori con whisky hasta la mitad,  su sonrisa triunfal armonizaba con la mirada radiante de Patricia en el grupo que rodeaba al político.
En esa instantánea la relación de la mirada de la joven con la piedra preciosa claramente eran la base de una pirámide cuyo ápice alumbraba en la sonrisa sana y victoriosa del casi presidente.

“Es el único capaz de herir o apresar a los dioses” dijo ella en aquella ocasión a Mario cuando este acababa de examinar el diamante. Nos miramos con cierta sorpresa, ella notó nuestra turbación y agregó; Hay mitos que dicen eso, que el diamante es el único capaz de herir o apresar a los dioses.
(Continuará...)


miércoles, 13 de noviembre de 2013

Crece la Ola


El grupo Calle 13 y el fundador de WikiLeaks, Julian Assange, lanzan este 13 de noviembre su esperado tema musical 'Multi_Viral' sobre la manipulación informativa de los medios de comunicación.
"Quieren detener el incendio que se propaga, pero hay fuegos que con agua no se apagan". Este es uno de los primeros versos de la canción compuesta por el grupo puertorriqueño Calle 13 en colaboración con Assange

"Se acerca la línea policíaca, los músculos se tensan y aumenta la frecuencia cardiaca", continúa el tema titulado 'Multi_Viral'.

En el minuto 2.56 de la canción se puede escuchar al fundador de WikiLeaks pronunciando las palabras "personas armadas con la verdad" y "formación de un nuevo orden" mundial "desde El Cairo hasta Quito", mientras de fondo suena una potente guitarra eléctrica.


Para componer el original tema, el grupo musical pidió a sus seguidores en Twitter escribir comentarios sobre la manipulación mediática que más adelante emplearon para escribir la letra de la canción. 
"¡No nos paran! Porque un mensaje contundente convierte a cualquier teniente en un tiburón sin dientes", reivindican en su canción, en la que además de Assange colaboraron el guitarrista de la banda estadounidense Rage Against the Machine, Tom Morello, y la cantante palestina de Israel Kamilya Jubran. 
'Multi_Viral' es el primer sencillo del quinto álbum de la agrupación, y el mensaje que pretende enviar es muy claro: denunciar la manipulación mediática.

"Nos endrogan, nos embrutecen, cualquier pregunta que tengamos la adormecen", canta Calle 13.



A propósito de que nos embrutecen Justin Bieber no deja de sorprender con sus desatinadas acciones, ya que al joven ídolo se le ocurrió patear una bandera de Argentina y barrer la tarima con ella durante un concierto.


El cantante se encontraba en medio de su show, y como suele ocurrir en sus conciertos le arrojaron una bandera de aquél país, por lo que Justin la pateó a un costado y luego tomó el micrófono para arrastrarla fuera del escenario.

domingo, 27 de octubre de 2013

Estaré observándote

Papi dice que tú nos espías-
El no es tu padre-



Obama espiando tus e-mails

"No puedes enfrentarte al país más poderoso del mundo y no tener en cuenta esta posibilidad. Si te quieren pillar, lo van a hacer"

"Pienso pedir asilo en alguno de los países que creen en la libertad de expresión y se oponen a minar la privacidad a nivel mundial"

"Yo no quiero vivir en una sociedad que permite este tipo de actuaciones"

"Mucha gente votó por él (Barack Obama), yo lo hice por un tercer partido pero creí en sus promesas. Iba a desvelar esta información entonces, pero esperé porque fue elegido. Pero continuó con las mismas políticas de su predecesor"

"Me siento muy satisfecho y no tengo ningún remordimiento"

"Creo que ya han empezado a cambiar las cosas. Ahora todos son conscientes del grado hasta el que han llegado las cosas y están hablando de ello"

"Los ciudadanos tienen el poder de decidir si quieren sacrificar su privacidad a favor de la vigilancia del Estado"

"No tengo ninguna intención de esconderme porque sé que nada de lo que he hecho es incorrecto"

"La mayoría de las personas en los países desarrollados gasta algún tiempo interactuando por Internet, y los gobiernos están abusando de esa necesidad en secreto para extender su poder más allá de lo necesario y adecuado"

"No quiero que la atención del público gire en torno a mí. Quiero la historia se centre en lo que está haciendo el gobierno de EEUU"

"Sé que a los medios les gusta personalizar los debates políticos, y sé que el Gobierno me va a demonizar"

"No puedo tener la conciencia tranquila si permito que el Gobierno de EEUU destruya la intimidad, la libertad de Internet y las libertades fundamentales de las personas con este equipo de vigilancia masiva que está construyendo en secreto"

 Edward Snowden


miércoles, 16 de octubre de 2013

Un quilate en origami

La instructora de gemología sacó un billete de cien.
Este billete pesa un gramo; nos dijo mirándonos con su suavidad y ternura habituales.
Seguidamente con elegante destreza lo dobló en cinco partes iguales.
Cada quinta parte de estas pesa doscientos miligramos, y eso es justo un quilate, la unidad de medida de peso para las piedras preciosas, como el diamante. La materia que vamos a seguir; concluyó.
Este maravilloso juego tan simple de origami para mostrar lo que es un quilate de diamante me remitió a mi infancia cuando armaba aviones de papel para lanzarlos a planear desde un balcón.

Sobre este principio de origami será la historia que les narraré, historia que al igual que muchas historias una vez armadas cobran vida propia y toman su curso como un avión o un barquito de papel en el entusiasmo de un niño. 

domingo, 22 de septiembre de 2013

La muerte vestida de amarillo

-No me casaré con nadie -le dijo-, pero menos contigo. Quieres tanto a Aureliano que te vas a casar conmigo porque no puedes casarte con él.

El coronel Gerineldo Márquez era un hombre paciente. «Volveré a insistir -dijo-. Tarde o temprano te convenceré.» Siguió visitando la casa. Encerrada en el dormitorio, mordiendo un llanto secreto, Amaranta se metía los dedos en los oídos para no escuchar la voz del pretendiente que le contaba a Úrsula las últimas noticias de la guerra, y a pesar de que se moría por verlo, tuvo fuerzas para no salir a su encuentro.

El coronel Aureliano Buendía disponía entonces de tiempo para enviar cada dos semanas un informe pormenorizado a Macondo. Pero sólo una vez, casi ocho meses después de haberse ido, le escribió a Úrsula. Un emisario especial llevó a la casa un sobre lacrado, dentro del cual había
un papel escrito con la caligrafía preciosista del coronel: Cuiden mucho a papá porque se va amorir. Úrsula se alarmó: «Si Aureliano lo dice, Aureliano lo sabe», dijo. Y pidió ayuda para llevar a José Arcadio Buendía a su dormitorio. No sólo era tan pesado como siempre, sino que en prolongada estancia bajo el castaño había desarrollado la facultad de aumentar de peso voluntariamente, hasta el punto de que siete hombres no pudieron con él y tuvieron que llevarlo a rastras a la cama. Un tufo de hongos tiernos, de flor de palo, de antigua y reconcentrada intemperie impregnó el aire del dormitorio cuando empezó a respirarlo el viejo colosal macerado por el sol y la lluvia. Al día siguiente no amaneció en la cama. Después de buscarlo por todos los cuartos, Úrsula lo encontró otra vez bajo el castaño. Entonces lo amarraron a la cama. A pesar de su fuerza intacta, José Arcadio Buendía no estaba en condiciones de luchar. Todo le daba lo mismo. Si volvió al castaño no fue por su voluntad sino por una costumbre del cuerpo. 
Úrsula lo atendía, le daba de comer, le llevaba noticias de Aureliano. Pero en realidad, la única persona con quien él podía tener contacto desde hacía mucho tiempo, era con Prudencio Aguilar.
Ya casi pulverizado por la profunda decrepitud de la muerte, Prudencio Aguilar iba dos veces al día a conversar con él. Hablaban de gallos. Se prometían establecer un criadero de animales magníficos, no tanto por disfrutar de unas victorias que entonces no les harían falta, sino por tener algo con qué distraerse en los tediosos domingos de la muerte. Era Prudencio Aguilar quien lo limpiaba, le daba de comer y le llevaba noticias espléndidas de un desconocido que se llamaba Aureliano y que era coronel en la guerra.
Cuando estaba solo, José Arcadio Buendía se consolaba con el sueño de los cuartos infinitos. Soñaba que se levantaba de la cama, abría la puerta y pasaba a otro cuarto igual, con la misma cama de cabecera de hierro forjado, el mismo sillón de mimbre y el mismo cuadrito de la Virgen de los Remedios en la pared del fondo. De ese cuarto pasaba a otro exactamente igual, cuya puerta abría para pasar a otro exactamente igual, y luego a otro exactamente igual, hasta el infinito. Le gustaba irse de cuarto en cuarto, como en una galería de espejos paralelos, hasta que Prudencio Aguilar le tocaba el hombro. Entonces regresaba de cuarto en cuarto, despertando hacia atrás, recorriendo el camino inverso, y encontraba a Prudencio Aguilar en el cuarto de la realidad. Pero una noche, dos semanas después de que lo llevaron a la cama, Prudencio Aguilar le tocó el hombro en un cuarto intermedio, y él se quedó allí para siempre, creyendo que era el cuarto real. A la mañana siguiente Úrsula le llevaba el desayuno cuando vio acercarse un hombre por el corredor. Era pequeño y macizo, con un traje de paño negro y un sombrero también negro, enorme, hundido hasta los ojos taciturnos. «Dios mío -pensó Úrsula-. Hubiera jurado que era Melquíades.» Era Cataure, el hermano de Visitación, que había abandonado la casa huyendo de la peste del insomnio, y de quien nunca se volvió a tener noticia. Visitación le preguntó por qué había vuelto, y él le contestó en su lengua solemne:
-He venido al sepelio del rey.
Entonces entraron al cuarto de José Arcadio Buendía, lo sacudieron con todas sus fuerzas, le gritaron al oído, le pusieron un espejo frente a las fosas nasales, pero no pudieron despertarlo. Poco después, cuando el carpintero le tomaba las medidas para el ataúd, vieron a través de la ventana que estaba cayendo una llovizna de minúsculas flores amarillas. 
Cayeron toda la noche sobre el pueblo en una tormenta silenciosa, y cubrieron los techos y atascaron las puertas, y sofocaron a los animales que durmieron a la intemperie. Tantas flores cayeron del cielo, que las calles amanecieron tapizadas de una colcha compacta, y tuvieron que despejarlas con palas y rastrillos para que pudiera pasar el entierro.

De Cien Años de Soledad

miércoles, 11 de septiembre de 2013

La paradoja de la excepción


A)     Toda regla tiene una excepción.
B)      A es una regla.
C)      A es una regla sin excepciones

D)     Por lo tanto: No toda regla tiene una excepción

jueves, 29 de agosto de 2013

La cosquillita

La Bruja me dijo; Piensa que al otro lado del muro pueden haber muchas mariposas o mejor dicho maripositas. 

Un muro inmenso y muy gris, agigantándose cada día y a todo momento luego de su adiós. 

La vi desde mi ventana en la acera con su mochila esperando un taxi hacia la estación del tren. 

Ya me había dicho; Sí, es para siempre, no tenemos esperanza. 
No miró ni una sola vez hacia la ventana del segundo piso, no supe si sonreía o si lloraba y así se fue. Vi el auto por la calle hasta cuando se detuvo para doblar hacia la avenida y eso fue todo. 

Aquella tarde llovían muy lentamente alfileres helados, hasta congelar los andenes, los postes, el aire y toda la ciudad. 

Siempre fue difícil entonces caminar por las calles totalmente grises, hasta que de un momento a otro una mariposa de color carmín cereza como su lápiz labial revoloteaba por encima de mi cabeza. 
Pasaron días y meses de asfixia, de lenta agonía. Un buen día mientras salía de un centro comercial unos estudiantes de medicina y paramédicos explicaban el proceso de reanimación cardiopulmonar sobre un muñeco de goma, se trataba de una campaña de prevención pues el índice de ahogados en las playas era alarmante. 
Había bastante gente oyendo las instrucciones de los jóvenes, a veces un voluntario dentro del público se ofrecía para practicar la respiración boca a boca. 

Una muchacha levantó la mano y dio un paso al frente para hacer el ejercicio sobre el muñeco, se cercioró del CRP, luego se agachó y puso sus labios sobre los labios del muñeco e inyectó dos fuertes bocanadas de aire que hicieron inflar el pecho del muñeco. 
Cuando levantó su rostro el muñeco quedó con toda la boca marcada de rojo por el labial de la muchacha, entonces se oyó una carcajada al unísono de los espectadores, yo no me reí, no porque no me pareciera gracioso lo que acababa de ocurrir, si no porque el color de su labial me conectó a otras situaciones muy diferentes, entonces nuestros ojos se encontraron y no oímos que nadie se reía aunque todos seguían riéndose, e intuimos de inmediato que su boca podría salvar una vida…


 

jueves, 22 de agosto de 2013

Corazón Corazón...

El latido del corazón climático de la Tierra en dos imágenes animadas

Combinando doce imágenes de la NASA, correspondientes a cada uno de los meses del año, John Nelson ha creado estas dos fotografías animadas. 
El resultado es fascinante. De un vistazo podemos apreciar el pulso entre la vegetación y el hielo que se produce en todo el planeta a través de las diferentes estaciones del año.

Un latido que se debilita año tras año con la subida de temperaturas a nivel global; y que nos permite ver cómo afectaría de forma drástica, y sin excepción, a todos los ecosistemas de nuestro planeta.