El humano sometido a la necesidad extrema es
conducido hasta el límite de sus recursos, y al infortunio para todos los que
transitan por este camino.
Trabajo y salario, comida y cobijo, coraje y
voluntad, para ellos todo está perdido. La luz del día se funde con la sombra y
la oscuridad entra en sus corazones; y en medio de esta oscuridad el hombre se
aprovecha de la debilidad de las mujeres y los niños y los fuerza a la
ignominia. Luego de esto cabe todo el horror. La desesperación encerrada entre
unas endebles paredes da cabida al vicio y al crimen...
Parecen totalmente depravados, corruptos, viles y odiosos; pero es muy raro que aquellos que hayan llegado tan bajo no hayan sido degradados en el proceso, además, llega un punto en que los desafortunados y los infames son agrupados, fusionados en un único mundo fatídico.
Parecen totalmente depravados, corruptos, viles y odiosos; pero es muy raro que aquellos que hayan llegado tan bajo no hayan sido degradados en el proceso, además, llega un punto en que los desafortunados y los infames son agrupados, fusionados en un único mundo fatídico.
Ellos son "Los Miserables", los parias,
los desamparados.- Victor Hugo
Marcos Camacho, más conocido por el sobrenombre de Marcola, es
el máximo dirigente de una organización criminal de Sao Paulo (Brasil)
denominada Primer Comando de la Capital (PCC).
Las respuestas de Marcola nos aproximan a lo que puede ser
el futuro de la delincuencia común en América Latina.
O Globo: ¿Usted es del PRIMER COMANDO DE LA CAPITAL (PCC)?
Marcola: Más que eso, yo soy una señal de estos tiempos. Yo
era pobre e invisible. Ustedes nunca me miraron durante décadas y antiguamente
era fácil resolver el problema de la miseria. El diagnóstico era obvio:
migración rural, desnivel de renta, pocas villas miseria, discretas periferias;
la solución nunca aparecía… ¿Qué hicieron? Nada. ¿El Gobierno Federal alguna
vez reservó algún presupuesto para nosotros? Nosotros sólo éramos noticia en
los derrumbes de las villas en las montañas o en la música romántica sobre “la
belleza de esas montañas al amanecer”, esas cosas…
Ahora estamos ricos con la multinacional de la droga. Y ustedes
se están muriendo de miedo. Nosotros somos el inicio tardío de vuestra
conciencia social.
O Globo: Pero la solución sería…
Marcola: ¿Solución? No hay solución, hermano. La propia
idea de “solución” ya es un error.
¿Ya vio el tamaño de las 560 villas miseria de Río? ¿Ya anduvo en helicóptero por sobre la periferia de San Pablo? ¿Solución, cómo? Sólo la habría con muchos millones de dólares gastados organizadamente, con un gobernante de alto nivel, una inmensa voluntad política, crecimiento económico, revolución en la educación, urbanización general y todo tendría que ser bajo la batuta casi de una “tiranía esclarecida” que saltase por sobre la parálisis burocrática secular, que pasase por encima del Legislativo cómplice. Y del Judicial que impide puniciones. Tendría que haber una reforma radical del proceso penal de país, tendría que haber comunicaciones e inteligencia entre policías municipales, provinciales y federales (nosotros hacemos hasta “conference calls” entre presidiarios…)
¿Ya vio el tamaño de las 560 villas miseria de Río? ¿Ya anduvo en helicóptero por sobre la periferia de San Pablo? ¿Solución, cómo? Sólo la habría con muchos millones de dólares gastados organizadamente, con un gobernante de alto nivel, una inmensa voluntad política, crecimiento económico, revolución en la educación, urbanización general y todo tendría que ser bajo la batuta casi de una “tiranía esclarecida” que saltase por sobre la parálisis burocrática secular, que pasase por encima del Legislativo cómplice. Y del Judicial que impide puniciones. Tendría que haber una reforma radical del proceso penal de país, tendría que haber comunicaciones e inteligencia entre policías municipales, provinciales y federales (nosotros hacemos hasta “conference calls” entre presidiarios…)
Y todo eso costaría billones de dólares e implicaría una mudanza
psicosocial profunda en la estructura política del país. O sea: es imposible.
No hay solución.
O Globo: ¿Usted no tiene miedo de morir?
Marcola: Ustedes son los que tienen miedo de morir, yo no.
Mejor dicho, aquí en la cárcel ustedes no pueden entrar y matarme, pero yo
puedo mandar matarlos a ustedes allí afuera. Nosotros somos hombres-bombas. En
las villas miseria hay cien mil hombres-bombas. Estamos en el centro de lo
insoluble mismo. Ustedes en el bien y el mal y, en medio, la frontera de la
muerte, la única frontera. Ya somos una nueva “especie”, ya somos otros bichos,
diferentes a ustedes.
La muerte para ustedes es un drama cristiano en una cama, por un
ataque al corazón. La muerte para nosotros es la comida diaria, tirados en una
fosa común.
¿Ustedes intelectuales no hablan de lucha de clases, de ser
marginal, ser héroe? Entonces ¡llegamos nosotros! ¡Ja, ja, ja…! Yo leo mucho;
leí 3.000 libros y leo a Dante, pero mis soldados son extrañas anomalías del
desarrollo torcido de este país.
No hay más proletarios, o infelices, o explotados. Hay una
tercera cosa creciendo allí afuera, cultivada en el barro, educándose en el más
absoluto analfabetismo, diplomándose en las cárceles, como un monstruo Alien
escondido en los rincones de la ciudad. Ya surgió un nuevo lenguaje. Es eso. Es
otra lengua.
Está delante de una especie de post miseria.
La post miseria genera una nueva cultura asesina, ayudada por la
tecnología, satélites, celulares, Internet, armas modernas. Es la mierda con
chips, con megabytes.
O Globo: ¿Qué cambió en las periferias?
Marcola: Mangos. Nosotros ahora tenemos. ¿Usted cree que
quien tiene 40 millones de dólares como Beira Mar no manda? Con 40 millones de
dólares la prisión es un hotel, un escritorio… Cuál es la policía que va a
quemar esa mina de oro, ¿entiende? Nosotros somos una empresa moderna, rica. Si
el funcionario vacila, es despedido y “colocado en el microondas”.
Ustedes son el estado quebrado, dominado por incompetentes.
Nosotros tenemos métodos ágiles de gestión. Ustedes son lentos,
burocráticos. Nosotros luchamos en terreno propio. Ustedes, en tierra extraña.
Nosotros no tememos a la muerte. Ustedes mueren de miedo. Nosotros estamos bien
armados. Ustedes tienen calibre 38. Nosotros estamos en el ataque. Ustedes en
la defensa. Ustedes tienen la manía del humanismo. Nosotros somos crueles, sin
piedad. Ustedes nos transformaron en “super stars” del crimen. Nosotros
los tenemos de payasos. Nosotros somos ayudados por la población de las villas
miseria, por miedo o por amor. Ustedes son odiados. Ustedes son regionales,
provincianos. Nuestras armas y productos vienen de afuera, somos “globales”.
Nosotros no nos olvidamos de ustedes, son nuestros “clientes”. Ustedes nos
olvidan cuando pasa el susto de la violencia que provocamos. (¡MENUDO
COMENTARIO WOW!)
O Globo: ¿Pero, qué debemos hacer?
Marcola: Les voy a dar una idea, aunque sea en contra de
mí. ¡Agarren a “los barones del polvo” (cocaína)! Hay diputados, senadores,
empresarios, hay ex presidentes en el medio de la cocaína y de las armas.
¿Pero, quién va a hacer eso? ¿El ejército? ¿Con qué plata?
No tienen dinero ni para comida de los reclutas Estoy leyendo
“Sobre la guerra”, de Klausewitz. No hay perspectiva de éxito. Nosotros somos
hormigas devoradoras, escondidas en los rincones. Tenemos hasta misiles
anti-tanque. Si embroman, van a salir unos Stinger. Para acabar con nosotros…
solamente con una bomba atómica en las villas miseria. ¿Ya pensó? ¿Ipanema
radiactiva?
O Globo: Pero… ¿No habrá una solución?
Marcola: Ustedes sólo pueden llegar a algún suceso si
desisten de defender la “normalidad”. No hay más normalidad alguna. Ustedes
precisan hacer una autocrítica de su propia incompetencia. Pero a ser franco,
en serio, en la moral. Estamos todos en el centro de lo insoluble. Sólo que
nosotros vivimos de él y ustedes no tienen salida. Sólo la mierda. Y nosotros
ya trabajamos dentro de ella. Entiéndame, hermano, no hay solución. ¿Saben por
qué? Porque ustedes no entienden ni la extensión del problema.
Como escribió el divino Dante:
“Pierdan todas las esperanzas. Estamos todos en el infierno”.
Con información
de: http://www.diariorepublica.com/mundo/capo-brasileno-hablo-como-un-profeta-y-todo-lo-dicho-es-espeluznante-y-vigente