viernes, 13 de enero de 2023

Jorge Luis Borges y Juan Rulfo

 Pedro Páramo es una de las mejores novelas de las literaturas de lengua hispánica, y aun de toda la literatura.” JL Borges.

Jorge Luis Borges visitó la ciudad de México en 1973. Amable, accedió a todos los «impiadosos compromisos» que, según sus palabras, «confundían a un modesto autor con un pésimo actor»

A su llegada al país, el escritor argentino «pidió un favor» a sus anfitriones. Quería hablar con Juan Rulfo. Le sugirieron entonces un desayuno. «Pido clemencia -respondió-. Prefiero los atardeceres. Las mañanas me derrotan. Ya no tengo el brío ni las fuerzas para entregar al día lo que se merece. Hoy el crepúsculo me sienta mejor. Sólo quiero conversar con mi amigo Rulfo».

Del encuentro entre Juan Rulfo y Jorge Luis Borges se recupera el siguiente diálogo:

Rulfo: Maestro, soy yo, Rulfo. Qué bueno que ya llegó. Usted sabe cómo lo estimamos y lo admiramos.
Borges: Finalmente, Rulfo. Ya no puedo ver un país, pero lo puedo escuchar. Y escucho tanta amabilidad. Ya había olvidado la verdadera dimensión de esta gran costumbre. Pero no me llame Borges y menos «maestro», dígame Jorge Luis.

Rulfo: ¡Qué amable! Usted dígame entonces Juan.

Borges: Le voy a ser sincero. Me gusta más Juan que Jorge Luis, con sus cuatro letras tan breves y tan definitivas. La brevedad ha sido siempre una de mis predilecciones.

Rulfo: No, eso sí que no. Juan cualquiera, pero Jorge Luis, sólo Borges.

Borges: Usted tan atento como siempre. Dígame, cómo ha estado últimamente?

Rulfo: ¿Yo? Pues muriéndome, muriéndome por ahí.

Borges: Entonces no le ha ido tan mal.

Rulfo: ¿Cómo así?

Borges: Imagínese, don Juan, lo desdichado que seríamos si fuéramos inmortales.

Rulfo: Sí, verdad. Después anda uno por ahí muerto haciendo como si estuviera uno vivo.

Borges: Le voy a confiar un secreto. Mi abuelo, el general, decía que no se llamaba Borges, que su nombre verdadero era otro, secreto. Sospecho que se llamaba Pedro Páramo. Yo entonces soy una reedición de lo que usted escribió sobre los de Comala.

Rulfo: Así ya me puedo morir en serio.

8 comentarios:

  1. ¡Qué diálogo tan entrañable! y fíjate, desdibuja esa fama que tenía Borges de endiosado y prepotente, al menos aquí se esfuerza tanto en hacerle llegar a Juan Rulfo la admiración que siente por su obra que lo hace adorable. Lo mismo Juan Rulfo ¡ qué maravilla que dos genios se olviden de lo que son y compartan admiraciones recíprocas! porque es cierto que menudo piropazo le suelta Borges y puede que hasta fuera sentido porque al final Borges es verdad que se pasó toda la vida en su particular batalla con sus propios fantasmas. A veces, cuando uno lee la grandeza de los grandes, te das cuenta lo horroroso que queda que los pequeñitos, vayamos por la vida poniéndonos de puntillas para parecer mas altos ; )

    Me ha encantado, mil gracias mi querido ARISTOS!
    Montón de besos en este primer finde "normal" del año

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    1. Comparto todo lo que dices querida María, cuando se llega a esas alturas y cumbres de estos dos tan solo uno puede entrever lo que pueden ver, comprender y compartir desde esas dimensiones, tengo entendido que era primer vez que se encontraban pero parece que ya se conocía desde siglos. Por fortuna estos dos grandes de la literatura mundial son escritores de lengua hispana lo que nos permite relacionarnos más con sus alcances estéticos, es una suerte que ese factor esté de nuestro lado.
      Besos mi querida entusiasta de la blogsfera!!! da gusto oirte siempre con tanta energía e interés en estos vericuetos, laberintos, y murmullos que nos alcanzan por las redes.

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    2. Sabes lo que ocurre, aquí llevamos desde ¡¡Octubre!! sin dejar de llover...pero llover a tooodo trapo ¿qué se puede hacer a parte de trabajar, cuando fuera si asomas la nariz terminas como una sopa? bloggear jaja es como una especie de confinamiento metereológico, lástima que los boggs estén bastante mustios últimamente... o eso me parece a mi, meencantaría encontarme a un Cortazar , un Rulfo o un Borges... mientras deciden asomarse por los bloggs, tengo y vengo a ver a mi súper Aristos...
      Por cierto, he terminado un libro que creo te encantará, ESTE es una novela fantástica, una especie de matrioska que contiene metaliteratura a partir del misterio del cuento de Cortázar "Puerta condenada" con otro que coincidió en el tiempo hablando del mismo hotel ( en Montevideo) escrito por Bioy Casares, "Un viaje o el mago inmortal"... tan kafkiano, complejo y a la vez divertido que de pronto he pensado que a ti teeeencataría, estoy segura ; )

      Mil gracias por tooodo lo que me dejaste y muchos besos llenos de lluvia hasta la barbilla y eso que estoy de puntillas para que no me alcance ; )

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    3. Me encantó "te lo juro...te lo juro...te lo juro" jajajajaja, magistral manera de romper la dulce costumbre de don Adolfo Bioy Casares jajajajaja. La verdad que esto de andar errante de hotel en hotel resulta tan tedioso que se entiende bien lo del camino más veloz hacia la muerte. Por fortuna cada uno tenemos de vecino ese Mago Merlín que le sale al paso a esa dulce costumbre. Reconozco que es mejor ser Merlín que tenerlo de vecino en una habitación. Me sucedió alguna vez que tuve de vecina a una pata Donald jajajaja y eso fue por varias noches y fue más divertido y cómico que literario o filosófico como el relato de don Adolfo. Gracias mi querida María por mantener esta maravilla de intercambio de todo desde tu chispa e imaginación y efusividad, así que siga lloviendo con tal de tenerte tan a menudo en esto de los blogs. Muchos besos!!!

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  2. ¡Qué bueno este extracto de conversación entre dos grandes de la literatura latinoamericana!. ¡Qué sentido del humor en cuanto al tema de la muerte! sólo alguien inteligente es capaz "de quitarle hierro" al asunto:)))
    Saludos

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    1. Me gusta repetir eso de "tenemos el arte para no perecer en la verdad" y claro a eso llegan artistas como los dos mencionados en la publicación. Y qué fantástico es encontrar personas que también puedan compartir este alcance o la vivencia en esta dimensión!!! Saludos mi querida Ginebra!!!

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  3. Pasaba por tu blog y me he encontrado tan fantástico haciendo dialogar a dos escritores fuera de lo común. He leído todo lo que ha caído en mi mano de Borges desde hace muchas décadas y también leí los dos clásicos de ese escritor tan poco prolífico pero siempre magistral llamado Juan Rulfo.
    Borges es un personaje muy ambiguo si hacemos caso de ese diario de los encuentros con Bioy Casares que dejó escrito este también extraordinario escritor. ¿Venganza póstuma de Bioy Casares hacia su amigo y maestro, presentándolo como cotilla y faltón? ¿Había dos personalidades en Borges una petulante y narcisista frente a esa imagen de humildad y sabiduría? No lo sé, yo como viejo borgiano, me he quedado con la duda y no sé responder a ello.
    Saludos

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  4. Gracias por tu visita Dr. Los artistas como personas no dejan de ser eso personas, con sus características particulares y demás ires y venires biográficos y abiográficos. Ya en su obra tal vez obedezcan a lo que Borges de alguna manera vió en los escritores desde el primer libro hasta los que se escribirán en el futuro como hacedores de un mismo y único libro universal, algo de eso hay en este singular encuentro de estos dos gigantes de la literatura.
    Saludos!!!

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